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El vidrio curvo es un tipo de vidrio que tiene una superficie reflectante que presenta una curvatura, convexa o cóncava, dependiendo del objeto en cuestión.
Se utiliza en aplicaciones como ventanas de edificios o parabrisas de automóviles gracias a sus propiedades ópticas únicas. Este vidrio se fabrica mediante procesos especiales que permiten moldear el vidrio en la forma deseada.
El vidrio templado es un tipo de vidrio más resistente y duradero que el vidrio normal, debido a que ha sido sometido a un proceso de calentamiento y enfriamiento rápido. Es hasta 5 veces más resistente que el vidrio normal y se utiliza comúnmente en puertas y ventanas para mayor seguridad en caso de accidentes. Además, es menos propenso a astillarse o romperse en pedazos afilados en caso de rotura.
El vidrio laminado está formado por varias capas de vidrio unidas por una capa intermedia de PVB, lo que lo hace más resistente a impactos, más seguro y más duradero. Se utiliza en aplicaciones que requieren mayor seguridad, como parabrisas de automóviles, ventanas de edificios y sistemas de protección. Además, puede proporcionar aislamiento acústico y protección contra rayos UV, según el tipo de película intermedia utilizada.
El vidrio cámara o vidrio aislante está compuesto por 2 o más vidrios separados por un espacio de aire o gas noble, lo que reduce la transferencia de calor y ruido entre el interior y el exterior, mejorando así la eficiencia energética y el confort acústico y térmico. También puede proteger contra la condensación en las ventanas y mejorar la seguridad y resistencia al impacto en comparación con el vidrio sencillo, gracias a que el espacio entre los vidrios puede absorber parte del impacto.